Falsa reforestación
El NGP se implementó por primera vez en 2011 bajo el régimen de Aquino. Se extendió y amplió en 2015 a través de la Orden Ejecutiva 193 (E-NGP) a pesar de haber sido declarado un fracaso. Fue continuado por los funcionarios de Duterte porque sus fondos (más de ₱5 mil millones) sirven como vaca lechera para los políticos.
El DENR se jactó en 2019 de haber plantado dos millones de hectáreas con 1.700 millones de plántulas en el marco del E-NGP entre 2011 y 2019. Sin embargo, no pudo ofrecer ninguna prueba cuando esto fue cuestionado en el Senado. Peor aún, según los expertos, los siete millones de hectáreas de cubierta forestal que quedan en el país no han cambiado desde 2011 hasta la actualidad.
La reforestación no es el verdadero objetivo del PNE. Los árboles que se plantan, como el bambú, el café y la falcata, no son endémicos de los bosques locales. Esto contradice la recomendación de los científicos de plantar árboles endémicos para garantizar el equilibrio ecológico. Estos árboles comerciales se plantan no para revivir los bosques, sino para ser cosechados y exportados.